Tú no sabes todo. Tu sabiduría, tiempo y energía tienen límites. Nuestra cultura competitiva presiona a los líderes a esconder sus debilidades para transmitir una imagen lo más perfectamente posible. Pero hay un gran poder en la vulnerabilidad de un líder.
La decisión de mostrar tu vulnerabilidad conlleva un riesgo. En tu entorno hay personas que justo eso no lo quieren ver en un líder. Sin embargo, si tratamos de esconder nuestras debilidades o limitaciones o dolencias, esto tendrá varias consecuencias negativas:
- nuestra debilidad se va a empeorar, porque se alimenta de la vergüenza;
- nos volveremos deshonestos e hipócritas
- en algún momento, la verdad saldrá a la luz y la decepción será mucho mayor.
Si un líder demuestra vulnerabilidad, tiene varias ventajas:
1. Fortalece su salud emocional
Tener que irradiar una imagen perfecta de uno mismo conlleva una gran carga emocional. Te quita fuerzas tener que demostrar algo que no eres. En algún momento, tu energía se acaba y traerá consecuencias negativas para tu cuerpo y tus relaciones con otros. No vas a aguantar por siempre seguir fingiendo. Mostrar una debilidad y compartirla con otros es sanador.Santiago 5:16 dice: “Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados.”
2. Proporciona fuerza espiritual
Santiago dice: “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes” (4:6). Tú dependes de la gracia de Dios. A esta gracia la encuentras cuando te humillas ante Dios. El orgullo impide que la fuerza de Dios obre en tu vida.
3. Fortalece las relaciones
Ser auténtico es una manera rápida de hacerse querido por otros. Nos agradan personas que son humildes y sinceras y nos molestan los hipócritas y engreídos. Si te muestras fuerte, fomentas la competición que puede ser destructiva. Si admites y demuestras debilidad, fomentas la comunión. Pablo conocía la fuerza del apoyo mutuo en momentos difíciles:“Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos” (2 Cor. 1:6).
4. Es una señal de buen liderazgo
Nosotros seguimos a líderes en quienes podemos confiar. Para ganar esta confianza, debemos ser creíbles. Credibilidad viene a través de honestidad e integridad. Buenos líderes marcan el camino con su ejemplo. Si eres por ejemplo líder de un grupo hogareño y quieres que los miembros de tu grupo hablen abiertamente acerca de sus dudas, preocupaciones y luchas, muéstrales como tú lo vives.
Debes decidir si quieres impresionar a las personas (lo que se puede hacer desde la distancia) o si quieres influir en ellas (lo que se logra estando cerca).