NUESTRA HISTORIA

De dónde venimos

Como Iglesia Menonita Concordia somos parte de las Iglesias Históricas de Paz. Nuestro origen se encuentra en la Reforma Protestante del Siglo 16, específicamente en el movimiento Anabautista con sus inicios en Suiza. Más allá de esto, nuestra Iglesia ve su origen en la Iglesia que originó con Jesús y se estableció durante Pentecostés como resultado de la venida del Espíritu Santo (según Hechos 2).

Para nuestra Iglesia, las enseñanzas de la Biblia y luego las convicciones de los Anabautistas (más adelante llamados menonitas) conforman las bases de nuestra fe y práctica. Estas incluyen la centralidad de Cristo como Salvador, Señor y fundamento de la Iglesia (1 Corintios 3:11), seguirle a Jesús en la vida diaria, la Iglesia como Pueblo o Familia de Dios (1 Pedro 2:9-10), la misión de hacer discípulos de Jesús (Mateo 28:18-20) y el compromiso con la promoción de la paz (2 Corintios 5:20). La base para estas creencias es la Biblia como la Palabra de Dios.

La Iglesia Menonita Concordia como una congregación local forma parte de la familia de iglesias menonitas/anabautistas en todo el mundo. Como tal, forma parte de la Iglesia global de Jesucristo. En este sentido nos identificamos con las declaraciones de fe aceptadas por muchas iglesias cristianas en todo el mundo.

Desde el establecimiento formal de la Iglesia Menonita Concordia en Asunción en el año 1950, ella busca crear un hogar espiritual para los menonitas de habla alemana que viven en Asunción y con el tiempo eso se extendió a personas que hablan hispana. Al mismo tiempo también promueve actividades evangelísticas misioneras. Ambos objetivos siguen vigentes para nuestra Iglesia.

Hoy en día contamos con cultos y actividades de formación cristiana en dos idiomas, en alemán y en español. Procuramos ser fiel a la Gran Comisión de Jesús “de hacer discípulos de Cristo” (Mateo 28:18-20). Anhelamos ser una señal e instrumento de paz y reconciliación entre personas y grupos de diferentes trasfondos. Así la paz y la reconciliación que hemos recibido de Dios a través de Jesucristo actúan en el mundo a través nuestro (Mateo 5:13-16).