¿Cómo reconocemos una iglesia viviente?
He aquí la respuesta de Volkmar Glöckner, Pastor de la Iglesia de la Paz en Lübeck, Alemania (revisado y adaptado por Werner Franz):
1. Si una iglesia está con vida o no, no se reconoce en primer lugar los domingos en la iglesia, sino los días lunes a sábado en la oficina, en la escuela, en la línea de ensamblaje, en el tránsito, en los clubes deportivos, en las fiestas, en la cocina, frente al televisor, etc.
2. Una iglesia viviente no trabajará en primer lugar para que toda la ciudad conozca a la iglesia, sino para que toda la iglesia conozca a la ciudad, y ore por ella.
3. Una iglesia viviente no necesita líderes que estén más dotados que otros y que se esfuerzan y trabajan hasta agotarse, sino necesita a líderes que descubren los dones de los demás y les asignan una tarea.
4. En una iglesia viviente, los jóvenes no son el futuro de la iglesia, sino la iglesia es el futuro de los jóvenes.
5. Una iglesia viviente soportará a los pecadores sin querer deshacerse de ellos; pero los pecadores no aguantarán a una iglesia viviente sin querer deshacerse de su pecado.
6. En una iglesia viviente, los incrédulos vendrán al culto de adoración y se convertirán, y los creyentes vendrán al culto de evangelismo y adorarán a Dios el Señor.
7. En una iglesia viviente, uno no discute sobre las canciones, sino se las canta, sin importar de qué siglo provienen las canciones (y los miembros).
8. En una iglesia viviente, muchas personas trabajan mucho al orar y oran mucho al trabajar.
9. En una iglesia viviente, no se trata tanto de cultivar a las tradiciones como cultivar la de la vida espiritual que está en las tradiciones.
10. En una iglesia viviente, la Palabra de Dios no es tratada de tal manera que muchos se cansan y agotan, sino con la Palabra de Dios se atiende a muchas personas cansadas y agotadas.
11. Una iglesia cobra vida cuando deja de controlar al Espíritu Santo y toma pasos para confiar en el control de este Espíritu.
Estos indicadores pueden ayudarnos a ver dónde estamos como iglesia y como individuos en el proceso de maduración espiritual y dónde queremos y necesitamos crecer.
¡Shalom! ¡Paz contigo!