¡Paz, buena voluntad para con los hombres!

¡Paz, buena voluntad para con los hombres!

El mundo entero se prepara para recibir la navidad, una de las festividades cristianas más importantes del calendario. Muchas culturas adoptaron la celebración inclusive aislándola de su significado religioso, esto es prueba de que representa una de las festividades más importantes del año para las familias del mundo entero.

La navidad tuvo su inicio en un humilde establo, de un pequeño pueblo de Judea llamado Belén.

Un hecho que afecto todo el sentido de la humanidad.

Notablemente desde el inicio de la historia de la Navidad encontrar un lugar para Dios fue un problema, María y José no encontraron más que un establo para que aquel niño portador de toda la esperanza y salvación naciera.

En nuestro tiempo las actividades, las compras, las reuniones y compromisos ocupan tanto espacio que aquel Dios que llegó a la tierra para traer todo lo que la humanidad necesitaba tan profundamente en ocasiones tampoco encuentra lugar.

Navidad es tiempo en familia.

“Sí de la algo nos recuerda la navidad es de nuestra propia infancia”

Volver a nuestras tradiciones a nuestra esencia familiar a la manifestación de nuestra fe, nuestra cultura, navidad es una fiesta familiar, encuentros llenos de alegría y unidad.

Cada vez se hace más notable una navidad de consumo, quienes encuentran en ella la excusa perfecta para ceder a la presión del consumismo, alejándose de su interior y la reflexión, por tal motivo existen personas que no gustan del tiempo de navidad. En un mundo tan globalizado, la navidad tendrá el sentido que cada uno o cada familia le dé a la navidad.

Fácilmente se percibe como se pierde la esencia de la navidad en nuestro tiempo, Papá Noel se hizo más famoso que Jesús en estas fechas. Encontrar estacionamiento en un shopping es un desafío mientras que las iglesias se van vaciando. Navidad se ha convertido para muchos en una fiesta de consumo donde el agasajado, aquel más importante es el menos atendido.

Hay quienes justifican sus acciones alegando que la navidad no es la fecha exacta del nacimiento de Jesús en la tierra, y con bastante probabilidad están acertados, pero debemos recordar que como cristianos no celebramos una fecha, celebramos un hecho, un suceso, una acción real y contundente que cambio la historia de toda la humanidad, un hecho que se erige como hito importante para nuestra fe. ¡El nacimiento de nuestro Salvador, Dios hecho hombre!

La mayor manifestación de amor, humildad y misericordia, la mejor y mayor oportunidad para el hombre de vivir en paz con Dios y gozar de su buena voluntad.

Su buena voluntad es que Jesús vino a la tierra a traer un regalo, la reconciliación del hombre con Dios, un ofrecimiento para todos por igual. Navidad es que la gracia de Dios se haya acercado al hombre.

En algunos hogares el dolor de la ausencia, las sillas vacías, serán una realidad, corresponden a personas que ya no están, algunos por decisión propia, otro por situaciones de la vida, y otros porque han fallecido, ineludiblemente la navidad también nos confronta a estos momentos y emociones. Negarlo sería ingenuo, pero podríamos no solo fijarnos en las sillas vacías sino también en las sillas que siguen ocupadas y tener gratitud.

Que en esta navidad se renueve en nuestra mente y nuestro corazón aquello que el nacimiento de Jesús trajo a nuestra vida. Que su amor nos llene para poder amar, que su perdón nos alcance para poder perdonar, que su gozo nos inunde para poder ser agentes de paz y bien para quiénes nos rodean.

  • Navidad es nacimiento.
  • Nacimiento es vida.
  • Vida es oportunidad.
  • Y oportunidad esperanza.

Feliz navidad y bendecido tiempo en familia.

Paz y bien.